NUNCA MÁS... DESDE ENTONCES


Y el suspiro de tu sensibilidad herida
golpeo con un hálito fresco
el corazón desatento
que en mi pecho dormía

Recuéstate sobre este silencio
cual lecho de angelicales plumas
y algodón
pues te consolarás soñándome
amor
al reconfortarte la pena
entre sueños

Y te amaneciste abrazando
mi cuerpo
entre sollozos de alivio
en el diurno tremolar
del sobresaltado
delirio

...Y...
ya no

Ya no era yo quien llorando
te sostenía la pena
en los brazos

Reconocimos entonces,
enamorándonos ambos
nuestras dos ingrávidas almas
añorándose entre amores
lejanas

Y si la mañana adormeció
entre susurros el latido insinuado
del llanto
sumió también nuestra ilógica tristeza
en conmovedora y mágica
transparencia

Y así fue
cómo nuestros dos corazones
se unieron

Y desde aquel
único y milagroso momento
ya nunca más supimos
cómo echarnos de menos....







.
por Rosa Iglesias el Vie Dic 11, 2009 12:29 pm